Reportaje fotográfico
Planos
Fuente planos – Fallingwater.org
La Casa de la Cascada —Fallingwater, como simplemente es conocida en inglés— fue diseñada en 1935 por el arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright. Su construcción arrancó en 1936 y se completó con la casa de invitados en 1939.
“En un hermoso bosque se alzaba junto a una cascada una plataforma sólida y alta de roca, y parecía que lo natural era construir la casa encima, en forma de voladizo, sobre la caída de agua… Además estaba (claro está) el cariño del Sr. Kaufmann por ese bonito lugar. Le encantaba el sitio sobre el que la casa estaba construida y le gustaba oir el sonido del agua. Esto se convirtió en el principal motivo del diseño. Creo que puedes oír la cascada cuando observas el diseño” (…)
Frank Lloyd Wright en una entrevista con Hugh Downs, 1954
Edgar Kaufmann, padre, era un hombre de negocios de Pittsburgh. Su familia poseía varias cabañas cerca de una cascada en una zona rural a 80 km hacia el sudeste de la ciudad. El señor Kaufmann contactó con Wright para encargarle una nueva vivienda en esta propiedad. Ese fue el origen de esta obra.
Wright correspondió al cariño que sentía la familia por aquel arroyo de montaña, llamado Bear Run, y su cascada. Los Kaufmann se hicieron rápidamente a la idea de que Wright diseñaría una casa mirando a la caída de agua. Pero, cuál fue su sorpresa cuando les sugirió construirla directamente encimade la misma.
Debido a las características del terreno, Wright decidió anclar la estructura en una gran roca próxima a la cascada justo sobre el riachuelo. La orientó hacia el sudeste y con todo ello consiguió que la casa asomara elegantemente sobre el agua.
Cerca de alli disponían de piedra arenisca para complementar al hormigón armado que Wright pensaba usar en las plantas voladizas. Junto a estos materiales necesitaba el vidrio, que enmarcó para dar estructura y ritmo al conjunto. Así, la luz procedente de varios ángulos equilibraría el ambiente.
Desarrolló las plantas en franjas horizontales, emulando las capas de roca y creando terrazas voladizas de hormigón sustentadas sobre muros de carga hechos con la misma piedra arenisca que la plataforma de roca. Las marcadas líneas horizontales y verticales que se originan constituyen la característica más distintiva.
La construcción de esta obra fue una operación complicada y minuciosa, aunque el resultado aparenta pertenecer de modo natural al entorno. Se asienta en la ladera y se extiende por encima de las cascadas como si siempre hubiera estado allí.
La Casa de la Cascada es el mejor ejemplo de la arquitectura orgánica, un concepto de Wright que promueve la armonía entre hombre y la naturaleza a través del diseño perfectamente integrado con el entorno. Wright se decantó por técnicas modernas para lograrlo, diseñando un espacio para vivir.
El proyecto incorpora amplios ventanales y los balcones son una prolongación de las estancias principales, favoreciendo de ese modo una sensación de proximidad con el entorno. Encontramos una escalera interior desde la sala de estar que permite acceder directamente a la corriente del arroyo bajo la casa.
En la ladera, por encima del edificio principal, encontramos el garage, alojamiento del servicio y un dormitorio para invitados.
Esta fue la vivienda de fin de semana de la familia entre 1937 y 1963. Desde 1964 es un museo con gran cantidad de afluencia. Es la única gran casa de Wright abierta al público con su decoración, mobiliario, y obras de arte intactos. Casi todos los muebles originalmente diseñados por Wright siguen en su sitio.
Lamentablemente, la obra tuvo problemas desde un principio. Unos pronunciados combamientos aparecieron enseguida en las terrazas más salientes, en el cuarto de estar y en la segunda planta.
Además, debido a un ambiente tan húmedo —no olvidemos que fue directamente construida encima del riachuelo— la casa siempre tuvo problemas de moho.
La Western Pennsylvania Conservancy llevó a cabo un programa intensivo para preservar y restaurar el edificio. Ello implicó un estudio detallado de los diseños originales, para comprender mejor la estructura y poder desarrollar e implementar un plan de reparación. El trabajo estructural fue terminado en 2002.
La Casa de la Cascada llegó a ser famosa incluso antes de ser acabada y su fama aumentó década tras década. Esto es así porque la casa, con su ubicación transmite una fuerte idea: que hoy en día la gente puede aprender a vivir en armonía con la naturaleza.
Fallingwater is a house designed by American architect Frank Lloyd Wright in 1935. Construction began in 1936, and ended with the completion of the guest house in 1939.
There in a beautiful forest was a solid, high rock ledge rising beside a waterfall, and the natural thing seemed to be to cantilever the house from that rock bank over the falling water… Then came (of course) Mr. Kaufmann’s love for the beautiful site. He loved the site where the house was built and liked to listen to the waterfall. So that was a prime motive in the design. I think that you can hear the waterfall when you look at the design” (…)
Frank Lloyd Wright in an interview with Hugh Downs, 1954
Edgar Kaufmann Sr. was a Pittsburgh businessman. His family owned a property in a rural area with a waterfall and some cabins 50 miles southeast of the city. Mr. Kaufmann contacted Wright to order a new project on this property: that was the origin of Fallingwater.
Wright responded to the family’s love for a waterfall on Bear Run, a rushing mountain stream. The Kaufmanns assumed quickly the idea of Wright designing a house that would overlook the waterfall. They were surprised hearing the Wright’s suggestion to build a house positioned exactly over the falls.
Given the contour of the land, Wright located a house anchored in the rock next to the falls, just over the stream. He oriented the house to the southeast as preferred, by this way the house would hover serenely over the water.
Near the property, native Pottsville sandstone was available to compliment the reinforced concrete Wright had in mind for the cantilevered floors. With these materials he needed glass, framed to give structure and rhythm to the group. By this way, light would come from several angles to provide a balanced ambience.
Wright extended the floors in horizontal bands, which echoed rock ledges, in a series of cantilevered concrete terraces, anchored to masonry walls made of the same sandstone as the rock ledges. The strong horizontal and vertical lines composed by terraces and walls are a distinctive feature of this house.
Building Fallingwater was a complicated and detailed operation, yet the resulting house seems to belong quietly in its setting. It fits into the hillside and extends out over the waterfalls just as if it has always belonged there.
Fallingwater is the best example of Frank Lloyd Wright’s concept of organic architecture, which promotes harmony between man and nature through design perfectly integrated with its environment. Wright embraced modern technology to achieve this, designing spaces for living.
The project incorporates broad expanses of windows and the balconies are off main rooms giving by this way a sense of the closeness of the environment. There is also an interior staircase leading down from the living room allowing direct access to the stream beneath the house.
On the hillside above the main house is a garage, servants’ quarters, and a guest bedroom.
Fallingwater was the family’s weekend home from 1937 to 1963. Since 1964 it’s a museum with lots of people visiting it. It’s the only great Wright house open to the public with its setting, original furnishings, and art work intact. Almost all of the original Wright-designed furnishings are still in place.
Unfortunately, the house had problems from the beginning. Pronounced sags were noticed immediately with both of the prominent balconies—the living room and the second floor.
Apart from this, given the humid environment —don’t forget that Fallingwater was built directly over running water— the house also had mold problems.
The Western Pennsylvania Conservancy conducted an intensive program to preserve and restore Fallingwater. This involved a detailed study of the original design documents, in order to better understand the structure, then they developed and implemented a repair plan. The structural work was completed in 2002.
Unfortunately, the house had problems from the beginning. Pronounced sags were noticed immediately with both of the prominent balconies—the living room and the second floor.
Apart from this, given the humid environment —don’t forget that Fallingwater was built directly over running water— the house also had mold problems.
The Western Pennsylvania Conservancy conducted an intensive program to preserve and restore Fallingwater. This involved a detailed study of the original design documents, in order to better understand the structure, then they developed and implemented a repair plan. The structural work was completed in 2002.
Fuente – Cristóbal Vila (etereaestudios.com)
Video animación en 3D de Cristóbal Vila
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